Susana Ruiz*
¿Qué es un pueblo?, Alan Badiou, Pierre Bourdieu, Pierre, Judith Butler, Georges Didi-Huberman, Sadri Khiari, Jacques Rancière, Buenos Aires, Eterna Cadencia, 2014, 128 págs. Trad. Cecilia González y FermÃn RodrÃguez.
Eterna Cadencia editó en 2014 un volumen que reúne seis artÃculos recientes en torno a la cuestión del “pueblo”. El entrecomillado me permite suspender el significado convencional que le atribuimos a este término para seguir el recorrido de los textos alrededor de este complejo concepto.
Los artÃculos coinciden en lo marginal del “pueblo”, en su carácter desplazado, su situación borrada. Por tal razón el “pueblo” es pensado más como un proceso en constante formación que como una entidad acabada. “Veinticuatro notas sobre los usos de la palabra 'pueblo'” de Alain Badiou “limpia” losrasgos semánticos de la idea de “pueblo” para neutralizarlo. Para Badiou “pueblo” a secas no alcanza, requiere un adjetivo que lo recorte y lo especifique. El “pueblo” entonces no serÃa “el pueblo oficial” -la clase media- sino una minorÃa no representada por el Estado que surge desde la marginalidad, como una categorÃa polÃtica vedada, para volverse referente de una nación; se trata de un proceso polÃtico en curso. Coincide con Badiou,la explicación de Sadri Khiari, que en “El pueblo y el tercer pueblo”, involucra la cuestión de la inmigración africana en Europa. Ser parte de un “pueblo” dota de ese sentido de pertenencia a sus miembros y también les permite una relación privilegiada con el Estado. Asà es que el “pueblo” es menos que la nación -es una minorÃa, aclara Khiari- y para emerger, construye un otro que lo determina. El “pueblo” puede pensarse, entonces, como una historia de las relaciones de fuerza que hacen posible u obstaculizan su surgimiento.
Estas cuestiones me recuerdan casi inevitablemente al concepto de “literatura menor” que acuña Gilles Deleuze para leer la obra de Franz Kafka. En esa literatura “que la minorÃa hace dentro de una lengua mayor”[1], según Deleuze, todo es polÃtico y colectivo, pues se busca “desterritorializar”, es decir; escapar al problema de lo individual y politizar esa materia narrativa ya desde la lengua. Esa lengua que es hablada en el margen,es objeto de análisis de Pierre Bourdieu en “¿Usted dijo popular?”, bajo una perspectiva sociolingüÃstica y no desde la teorÃa literaria como lo hacÃa Deleuze. Si lo popular -“lo del pueblo”- define una visión del mundo, Bourdieu registra contextos en los que circula esa lengua y hablantes que la usan. Los “dominados” quiebran la norma deliberadamente para diferenciarse y crear un sentido de pertenencia a esa comunidad hablante a partir de esos nuevos usos lingüÃsticos. Este texto descarta la cuestión de la génesis de esa dominación asà como también la posibilidad de erradicarla.
Los siguientes artÃculos, en cambio, indagan sobre la formación del colectivo al que el nombre “pueblo” refiere. Algunos autores eligen la percepción sensorial que el “pueblo” produce como el contacto entre los cuerpos o, la visibilidad que adquieren y que la intelectualidad puede representar. “'Nosotros, el pueblo'. Apuntes sobre la libertad de reunión” es un texto de Judith Butler que pone el acento en la situación de enunciación de ese colectivo que se autodenomina “pueblo”. Su disertación hace foco en los cuerpos que se reúnen -asambleas, marchas- y que se autodesignan el poder tautológicamente. Sin embargo, el encuentro de esos cuerpos no presupone la unidad del nuevo cuerpo polÃtico, asegura la autora. En esta cuestión de la conformación del “pueblo”, Georges Didi-Huberman presenta “Volver sensible/Hacer sensible” donde recuerda que el “pueblo” no existe en tanto colectivo que mantiene rasgos autóctonos sino que su constitución muestra impureza y heterogeneidad. De acuerdo con Didi-Huberman, el “pueblo” en la actualidad puede encontrarse en la opinión pública, en las celebraciones populistas y en los movimientos masivos.
El último texto, “El inhallable populismo” de Jacques Rancière, comparte la opinión de que el populismo diseña una idea de “pueblo” donde se funde el poder y donde se encuentra un interlocutor prioritario del discurso polÃtico; pero reconoce otras figuras del “pueblo” que también existen. Desde nuestro contexto de enunciación serÃa más que interesante escuchar la voz latinoamericana que pudiera ejemplificar, ampliar o refutar estas figuraciones del “pueblo” en nuestras sociedades. Estamos en búsqueda y a la espera de esa voz.
* Susana Ruiz es Licenciada y Profesora en Letras de la Universidad de Buenos Aires. Actualmente es adscripta de la cátedra de Literatura Argentina del Siglo XIX. Se desempeña en la docencia en escuela media.
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